El cambio climático causará estragos en el Mediterráneo. Según un nuevo estudio, si la temperatura aumenta más de 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales –lo que algunos científicos ya consideran irreversible– los cambios en los ecosistemas mediterráneos, sin precedentes en los últimos 10.000 años, convertirán al sur de la Península en una zona desértica.
Los burros asilvestrados pueden llegar a ser un problema para los herbívoros silvestres, ya que son capaces de establecer poblaciones grandes y consumir cantidades nada despreciables de forraje. Sin embargo, burros, vicuñas y guanacos comparten vastos territorios desérticos del norte de Chile sin competir aparentemente por el alimento, ya que seleccionan hábitats diferentes a pequeña escala, según un estudio en el que participa la Universidad Autónoma de Madrid.
El lago seco de Atacama, en Chile. En el horizonte, el volcán Licancabur / Francisco Mocellin
Investigadores españoles y portugueses han analizado la composición y el efecto sobre la radiación solar de los aerosoles desérticos durante dos episodios que afectaron simultáneamente a Badajoz y Évora (Portugal) en agosto de 2012. Los resultados demuestran que la intrusión del polvo procedente del desierto del Sáhara provoca un enfriamiento radiativo en la superficie.
Un estudio realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dentro de un proyecto europeo ha evaluado por primera vez productos de polvo atmosférico mineral procedentes de dos de las fuentes de polvo mineral más importantes del mundo: el Sahara-Sahel y Oriente Próximo. El análisis, de los más completos realizados hasta ahora gracias a los medios utilizados, permitirá vigilar y predecir la composición del polvo.
Un punto denominado María Elena en el desierto de Atacama, al norte de Chile, es el lugar más seco del mundo, según un nuevo estudio. Las características de este enclave son análogas a las de Marte, pero los científicos han hallado allí nuevas especies de bacterias, empujando la frontera de las condiciones mínimas necesarias para la vida y abriendo nuevas posibilidades en el campo de la astrobiología.
Investigadores de la UNED y la Universidad Complutense han creado un método para comprender el comportamiento del agua en el subsuelo de las zonas desérticas, además de estimar los recursos hídricos. La técnica se ha aplicado en una región de Marruecos, pero también se podría usar en otras áreas donde el incremento de la población y el turismo esté provocando un desajuste en el ecosistema.
Los investigadores implementan el sidewinding en robots para que repten sobre la arena sin hundirse. / Nico Zevallos y Chaochui Gong