Una investigación internacional ha identificado tres clases de moléculas aromáticas que impedirían a los mosquitos detectar a las víctimas de sus picaduras, al bloquear sus receptores de CO2. El hallazgo podría servir para controlar la propagación de dolencias como la malaria, el dengue o la fiebre amarilla, transmitidas por estos insectos.
Investigadores de la Universidad de Huelva y de la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos franceses, han logrado convertir el metano en otro producto, el propionato de etilo, en condiciones relativamente normales. El avance supone un punto de partida en el empleo del metano como materia prima para la industria química.
El Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO por sus siglas en inglés) ha descubierto depósitos de hielo seco en el Polo Sur con grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) lo que sugiere que la capa que envuelve a Marte podría haber tenido mayor grosor y polvo en otra época.
Eliminación anual de dióxido de carbono realizada por la vegetación.
Un estudio de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) concluye que el empleo de fertilizantes orgánicos, como los purines digeridos en los suelos agrícolas mediterráneos reduce las emisiones de CO2 y CH4. Los resultados, que se publican en la revista Plant and Soil, apuntan además que tanto el consumo de CH4 como la respiración de CO2 se ven inhibidos a bajas temperaturas.
Muestras de microfósiles de la Edad de Hielo para analizar su contenido de radiocarbono.
Más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono procedentes del consumo de bienes y servicios en muchos países desarrollados se produce fuera de sus fronteras, sobre todo en países en vías de desarrollo. Así lo confirman científicos del Instituto Carnegie (EE UU) en un nuevo estudio que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El secretario de Estado de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), Carlos Martínez Alonso, ha explicado hoy ante la Comisión Mixta de Cambio Climático del Congreso las actuaciones para el almacenamiento subterráneo de dióxido de carbono (CO2). Un proyecto del Instituto Geológico y Minero (IGME) recientemente aprobado permitirá realizar un mapa de posibles emplazamientos de CO2 para reducir los gases de efecto invernadero de la atmósfera.
El océano Atlántico almacena un 13% más de dióxido de carbono antropogénico (el generado por la actividad humana) de lo que se pensaba hasta la fecha. Es la conclusión de un estudio internacional en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que concluye que la cantidad de CO2 antropogénico presente en el Atlántico es de 54 gigatoneladas, en lugar de las 47 estimadas hasta ahora (cada gigatonelada son 1015 gramos). Es decir, que las mediciones obtenidas a finales del siglo XX estaban un 13% subestimadas. La investigación, que se enmarca en el proyecto CARBOOCEAN de la Unión Europea, se publica en la revista Biogeosciences.
El dióxido de carbono forma materiales poliméricos bajo alta presión