El crecimiento económico suele considerarse una forma segura de aumentar el bienestar de las personas en los países menos desarrollados. Sin embargo, un estudio dirigido por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad McGill de Canadá sugiere que existen buenas razones para cuestionar esta suposición.
Investigadores de EE UU y Suiza dejaron miles de billeteras con diferentes cantidades de dinero repartidas por lugares privados y públicos en 40 países. Para su sorpresa, cuanto más llenas estaban, más probabilidad había de recuperarlas. La razón: no queremos ser vistos como ladrones.
El sistema de recompensa cerebral de las personas obesas muestra una mayor activación ante un estímulo de comida que ante una recompensa económica, según un estudio de la Universidad de Granada que ha empleado técnicas de resonancia magnética.
Economistas de la Universidad del País Vasco han llevado a cabo un estudio que concluye que el desempleo cambia la moral de las personas sobre la distribución del dinero. Los investigadores han comprobado que cuando la gente se queda sin trabajo es más partidaria de redistribuir el dinero y de gravar con mayores impuestos a los más ricos para financiar el gasto público.
La investigadora Amaia Agirre, de la Universidad del País Vasco, ha analizado la gestión y negociación del dinero en parejas que se autodefinen como igualitarias. Uno de los principales obstáculos identificados es que el ideal del amor romántico –muy extendido en nuestra sociedad– hace incompatible los lazos afectivos con la defensa de intereses individuales.
Un estudio liderado por investigadores de Barcelona revela que existen personas que no sienten nada al escuchar el Nessun Dorma y, sin embargo, sí liberan dopamina, la ‘hormona de la felicidad’, ante la posibilidad de ganar dinero. El trabajo sugiere que la relación entre la música y el placer se establece por vías diferenciadas.
Hasta ahora, la visión económica estándar había apuntado a que la gente decide mentir o no según lo que espere recibir a cambio. Un estudio que acaba de publicar la revista Experimental Economics indica que no es siempre así: la gente dice la verdad porque tiene aversión pura a mentir.
Una investigación liderada por la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago (EE UU) asegura que los individuos con bajos ingresos a menudo juegan a la lotería, no se registran en programas de asistencia, ahorran muy poco o piden demasiado dinero prestado.
Una investigación europea revela que las reacciones humanas ante las situaciones injustas se producen de manera automática debido a un aumento de la actividad de la amígdala cerebral. Según el estudio, los hombres muestran una mayor agresividad que las mujeres ante este tipo de situaciones.