El aislamiento de las islas oceánicas como las Galápagos impide que lleguen los grandes mamíferos, que dispersan las semillas de muchas plantas a través de su ingesta. En su ausencia, aves, tortugas, lagartos e iguanas de tierra son los que cumplen esta labor. Hasta ahora no se había explorado el trabajo que desempeñan estas últimas con al menos diez especies de plantas.
Algunas especies de plantas son capaces de colonizar nuevos hábitats gracias a los pájaros que transportan sus semillas en el plumaje o el tracto digestivo. Hasta hace poco se sabía que las aves podían hacerlo a pequeñas distancias, pero un nuevo estudio demuestra que también son capaces de dispersarlas a más de 300 kilómetros. Para los científicos, esta función podría ser clave frente al cambio climático, ya que permitiría la supervivencia de muchas especies.