Resulta curioso comparar el título de una película extranjera con su traducción a nuestro idioma. Una profesora de la Universidad Complutense de Madrid ha analizado los títulos anglosajones de un centenar de películas y los ha comparado con sus traducciones al español y al francés. El mecanismo más frecuente en nuestro país se basa en elevar un concepto del título original hasta un punto superior de la escala, como en Malditos bastardos (“Vergonzosos bastardos” según su traducción literal).