Estar soltero, casado, divorciado o viudo podría marcar la diferencia en el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ictus, así como la supervivencia en ambos casos. Tras analizar la evidencia científica existente, un equipo de investigadores de Inglaterra ha confirmado cómo el estado civil afecta a la prevalencia de estas enfermedades. Mientras la soltería se asocia con un 55% de mayor riesgo de muerte por accidente cerebrovascular, el divorcio lo incrementa un 16%.
Cuando una pareja se divorcia una de las mayores preocupaciones suele ser el bienestar de los hijos. De qué forma repercute este hecho en su salud es lo que han estudiado científicos de las universidades de Santiago de Compostela y Vigo. Sus resultados indican que con la ruptura de la relación crece el riesgo de que padezcan problemas genitourinarios, gastrointestinales, dermatológicos y neurológicos.
Un nuevo estudio se sumerge en aspectos de las parejas como la estabilidad económica, el trabajo, la independencia de las mujeres o el reparto de las tareas del hogar. ¿Cuál de ellos aumenta el riesgo de acabar en divorcio?
“No es el divorcio en sí lo que puede provocar problemas a los niños. Es el divorcio unido a un conflicto interparental, una falta de coparentalidad, un clima familiar inadecuado…”. Son palabras de Priscila Comino, investigadora de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y la Universidad de Sheffield (Reino Unido) aseguran que desde que las leyes nacionales del Divorcio no incluyen el llamado ‘requisito de culpa’, los divorcios han aumentado en Europa una media del 30%.
En Europa nos divorciamos más desde que no hay burocracia
Sólo Brasil supera a nuestro país, que se encuentra muy por delante de los del norte de Europa, tradicionalmente considerados más liberales en la aceptación social del divorcio. Esta investigación ha sido realizada en el Departamento de Sociología de la Universidad de Granada.
Un estudio revela que los hijos adultos de los británicos ayudan a sus padres mayores más que lo hacían en el pasado. Los mayores son atendidos por sus hijos adultos independientemente de su estado civil. Estos resultados contrastan con los de otros países como EE UU, donde los padres divorciados ven menos a sus hijos y reciben menos ayuda de éstos.