Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona han creado un modelo matemático para conocer la cantidad de bisfenol A que las las mujeres embarazadas transfieren al feto. El método se ha probado en una muestra de 100 mujeres embarazadas para saber cómo se comporta esta sustancia tóxica en su organismo y qué consecuencias puede tener sobre la salud del bebé en un futuro.
El insomnio es uno de los trastornos que pueden ocurrir durante el embarazo. Un estudio liderado por la Universidad de Granada subraya que el 64% lo sufre durante el tercer trimestre. Este problema, además de afectar a la calidad de vida de las gestantes, es un factor de riesgo de hipertensión y preeclampsia, diabetes mellitus gestacional, depresión, parto prematuro y cesáreas no planificadas. En la investigación participaron 486 mujeres embarazadas sanas de las provincias de Granada, Jaén, Huelva y Sevilla.
Un estudio con más de 1.200 mujeres embarazadas descubre que niveles más elevados de sustancias perfluoroalquiladas o PFAS en sangre pueden influir en el metabolismo de los lípidos y la tolerancia a la glucosa. Estas sustancias se acumulan en la cadena alimentaria y en los tejidos animales y humanos, y persisten en el medio ambiente y los organismos vivos durante años.
Investigadores españoles han demostrado que los niveles en el pelo de cortisol, una hormona esteroidea que se libera como respuesta al estrés, son más altos en el primer y tercer trimestre de gestación en aquellas mujeres que posteriormente sufren depresión postparto. Además, los expertos observaron que en cada trimestre sufrían síntomas psicopatológicos con mayor frecuencia.
Investigadores españoles han experimentado in vivo cómo se activa el sistema inmunitario durante la gestación ante el mal de Chagas. Los resultados muestran que el riesgo de transmisión del parásito de la madre al bebé aumenta si el cuerpo no detecta la enfermedad y confirman que, suministrando medicación específica antes de la gestación, las probabilidades de contagio son prácticamente nulas.
Un grupo de investigadores españoles ha analizado el efecto de la fructosa durante la gestación y ha observado que su consumo excesivo daña la placenta y provoca estrés oxidativo en los fetos. Los resultados apuntan que disminuyendo este tipo de azúcar se pueden prevenir sus efectos negativos y mejorar la salud, no solo de la madre, sino también de sus hijos.
Investigadores españoles han aclarado las dudas sobre la actividad física recomendable durante la gestación. Su trabajo destaca que el ejercicio debe ser realizado no solo por mujeres sanas previamente activas, sino que es un buen momento para iniciarse en un estilo saludable. Las ventajas son claras tanto para el feto como para la madre.
Investigadores de Reino Unido, Estocolmo y Finlandia señalan que las asociaciones entre el peso materno antes del embarazo y las características metabólicas del bebe podrían deberse a factores como la genética o el estilo de vida. El estudio, que demuestra que no hay asociaciones maternas particularmente significativas en comparación al padre, contradice la teoría de que un mecanismo intrauterino influye durante el embarazo en dicha relación.
Según un estudio del centro catalán ISGlobal, la exposición ambiental al dióxido de nitrógeno durante el embarazo, y en menor medida tras el nacimiento, se relaciona con un retraso de hasta casi dos meses en el desarrollo de la capacidad de atención de niños y, sobre todo, niñas de entre 4 y 5 años. Los vehículos son una de las principales fuentes de este contaminante, y algunas marcas han trucado los valores reales de emisión.
Científicos de la Universidad Pompeu Fabra han descrito los efectos que tienen los atracones de alcohol de tipo botellón durante el embarazo en el desarrollo del sistema nervioso. Un episodio de botellón a la semana es suficiente para provocar fallos graves que se prolongan hasta la edad adulta. El alcohol afecta al sistema inmunitario del recién nacido, que ataca a las neuronas provocando daños en el aprendizaje, la memoria y el comportamiento.