Un estudio, llevado a cabo por neurocientíficos estadounidenses, revela que el alcohol inhibe la formación del vínculo de emparejamiento en los topillos machos y en las hembras lo favorece. Los investigadores han elegido este modelo animal por sus similitudes con los humanos en la formación de lazos sociales.
Por primera vez, un estudio realizado en ratones de campo admite que el emparejamiento se ve influido por mecanismos epigenéticos. La monogamia en esta especie se desarrolla después de varios episodios de apareamiento de 16 a 24 horas, pero los investigadores la han inducido administrándoles tricostatina A; es decir, han alterado sus conductas de apego social mediante fármacos.
Las parejas en que la mujer tiene más estudios universitarios que el hombre crecen lenta pero decididamente y en muchos países superan ya a aquellas en que se da la situación contraria. Así lo concluye una investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona realizada en 56 países para estudiar el impacto que el aumento de la educación de las mujeres está teniendo en las pautas de emparejamiento heterosexual.