Esta semana se ha celebrado en Barcelona la última ronda de negociaciones antes de la Cumbre del Clima de Copenhague (Dinamarca), en la que se decidirá el acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kyoto. España lo ha dejado claro: su lucha contra el cambio climático será a través de las energías renovables acompañado de un cambio hacia la economía verde. Pero, ¿conseguirá reducir las emisiones de CO2 contaminantes?
Si se quema un árbol o residuos forestales para obtener energía, en teoría no se está generando CO2, aunque sí se esté produciendo como resultado de la combustión. Esta extraña afirmación se explica porque el árbol ha absorbido en su vida reciente el CO2 que libera al consumirse. Pero esta combustión produce otros residuos sólidos (cenizas volantes) que no tienen aún utilidad. Investigadores del INCAR-CSIC están desarrollando una metodología para darles un fin rentable.
La alianza entre tres organizaciones gallegas y una portuguesa permite la puesta en marcha de ER-INNOVA, un proyecto europeo de innovación que acaba de iniciarse con el objetivo mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas del sector de las energías renovables de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal a través de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Participación de las energías renovables en la producción de electricidad en la UE-27.
La utilización de energías renovables tiene entre sus principales inconvenientes los costes que requiere. Facilitar y abaratar el desarrollo de placas solares eficientes es el objetivo de la tesis “Preparación y estudio de películas delgadas con aplicaciones fotovoltaicas” presentada por Teodor Krassimirov en la Universitat Jaume I, en la que plantea la utilización de métodos de síntesis más rentables económicamente de compuestos a base de sulfuros (calcopiritas) como alternativa a los utilizados hasta el momento.
Consiguen abaratar el proceso para convertir el aceite de algas en biodiesel
Las energías limpias y el desarrollo sostenible forman parte de las líneas estratégicas de investigación y desarrollo que marcarán el futuro de la cátedra firmada esta mañana entre la Universidad de Zaragoza y la empresa privada Brial Enática. La creación de esta cátedra es una apuesta clara por la investigación y la innovación en energías renovables, que favorezca su desarrollo y, especialmente, su implantación en los hogares y en el sector industrial.
Reducir el consumo de energía para el transporte, abandonar la dependencia de los combustibles fósiles y conseguir que el balance de emisiones de CO2 de los vehículos sea igual a cero. Éstos son los objetivos que guían el trabajo de los investigadores que dirige Gregorio Marbán Calzón en el INCAR-CSIC con sede en Oviedo (Asturias). Buscan un catalizador (elemento que incorpora sustancias que facilitan la reacción química) que, a partir de agua y biometanol, permita generar hidrógeno, un gas no contaminante que a su vez se convierte en la electricidad que puede impulsar los coches hacia el futuro.