Las plantas con flores son bien conocidas por su relación con los insectos y otros animales que sirven como sus polinizadores. Sin embargo, antes del aumento de estas angiospermas, otro grupo de plantas con semillas perennes inusuales, conocidas como cícadas, fueron las primeras en ser polinizadas por insectos. Lo sabemos gracias a la primera evidencia fósil de un escarabajo atrapado en ámbar con adaptaciones especiales.
Un escarabajo nocturno, al que le faltaba un trozo de antena, quedó atrapado durante el Eoceno en una resina y expulsó un fluido digestivo por el estrés. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá lo han analizado y han descubierto que se trata de una nueva especie fósil: Limodromus emetikos.
Un equipo de científicos ha desarrollado un método sencillo que permite valorar el estado de conservación de las poblaciones de ciervos volantes (Lucanus cervus), el mayor escarabajo de Europa protegido desde los años 70. El proyecto ha contado con la participación de estudiantes de secundaria que han seguido el devenir de la especie durante siete años.
En el Cretácico, hace unos 105 millones de años, no existían ni hormigas, ni abejas ni mariposas con espiritrompa, y la mayoría de ecosistemas terrestres estaban dominados por plantas sin flores (gimnospermas). Darwinylus marcosi es el nombre del escarabajo –inspirado en la pasión del naturalista inglés Charles Darwin por estos insecto– que representa la primera evidencia científica de un nuevo patrón de polinización en insectos en el Cretácico medio, según un artículo de la revista Current Biology que cuenta con participación española.
Conservada en muy buen estado dentro de una pieza de ámbar báltico, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Alcalá han descrito una hembra de Coptodera elektra, un tipo de escarabajo que es el primero hallado de su especie y el único de su género registrado en Europa. El fósil se remonta a unos 40 millones de antigüedad y revela que el insecto era un gran depredador diurno.
Ejemplar de la nueva especie de coleóptero Oromia thoracica. / Heriberto López
Gracias a las investigaciones realizadas desde 2003 en el subsuelo de Gran Canaria, dos científicos españoles han descubierto una nueva especie de escarabajo, al que han llamado Oromia thoracica. Este gorgojo ciego comparte la tonalidad parda de la fauna del subsuelo y destaca por tener un cuerpo aplanado y un tórax que casi cubre su cabeza, lo que facilita su adaptación a la vida bajo tierra.
Un estudio publicado en la revista Evolution ofrece evidencias de que el estatus social de los escarabajos enterradores macho está sujeto a la frecuencia con la que se aparean. Sus conclusiones afirman que cuanto más sexo practican más inseguros son.
No existe nada en el mundo natural que supere la blancura de Cyphochilus y Lepidiota estigma, dos coleópteros que logran su extraordinaria coloración gracias a la geometría de una red de moléculas de quitina muy densa y compleja. La tecnología actual tampoco es capaz de producir una capa tan blanca y delgada.
Han descubierto dos especies de escarabajo del Cretácico Arra legalovi y Actenobius magneoculus en Teruel. Sus características se han descrito gracias al estudio realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona en colaboración con científicos de Kansas y Kentucky (EEUU).