Algunos de los objetos catalogados como agujeros negros podrían ser en realidad estrellas extremadamente compactas, según un estudio teórico encabezado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía. La clave está en un fenómeno que no considera la relatividad general: la polarización del vacío, que se comporta como si hubiera una nube adicional de materia en ciertas estrellas, haciéndolas mucho más densas de lo que se pensaba.
Los sistemas binarios donde un agujero negro ‘devora’ a una estrella compañera son bien conocidos en astronomía, pero en la vecina galaxia de la Gran Nube de Magallanes se ha encontrado uno donde el agujero negro no está activo, no emite potentes niveles de rayos X, mientras danza junto a una estrella azul.
En 2020 se anunció el descubrimiento de un agujero negro a tan solo 1000 años luz de distancia, en un sistema estelar binario llamado HR 6819. Ahora se informa de que sus dos estrellas están solas, aunque en una etapa rara y corta donde se produce ‘vampirismo’.
El satélite TESS de la NASA ha observado disminuciones de tan solo 30 minutos en la luminosidad de una enana blanca mientras se ‘alimentaba’ de otra compañera, cuando lo habitual es que este fenómeno dure varios días o incluso meses. La detección se ha realizado en el sistema binario TW Pictoris, a unos 1.400 años luz de la Tierra.
El telescopio espacial Fermi de la NASA detectó el año pasado un pulso de radiación de alta energía que, con una duración de tan solo un segundo, batió un récord: fue la explosión de rayos gamma más corta jamás vista al morir una estrella masiva. Ahora un equipo internacional, con participación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC), analiza el descubrimiento.
Entre finales de 2019 y principios de 2020 el brillo de la supergitante roja Betelgeuse, en la constelación de Orión, disminuyó tanto que el fenómeno se observó a simple vista. La causa fue un velo polvoriento que oscureció temporalmente la estrella, según detectó el año pasado el telescopio Hubble y se confirma ahora con datos del Very Large Telescope situado en Chile.
Con la ayuda de diez antenas operando conjuntamente en EE UU se han realizado nuevas medidas del primer agujero negro descubierto, Cygnus X-1. Los resultados revelan que está más lejos y es un 40 % más masivo de lo que se pensaba. Sus 21 masas solares desafían los modelos de evolución estelar.
Cinco de los seis planetas que giran alrededor de la estrella TOI-178, situada a unos 200 años luz de distancia, están en una resonancia 18:9:6:4:3. Esto significa que mientras uno completa 18 órbitas, otro da 9 vueltas y así sucesivamente. Sin embargo, la armonía en su movimiento orbital no se ajusta a las densidades habituales que suelen tener los ‘danzantes’, desafiando a las teorías actuales de formación planetaria.
Una estrella situada a poco más de 215 millones de años luz de la Tierra ha experimentado un proceso de alargamiento extremo mientras era succionada por un enorme agujero negro. Telescopios del Observatorio Europeo Austral en Chile y de otras partes del mundo han detectado este raro fenómeno.
Astrofísicos europeos han descubierto una antigua enana de luminosidad variable orbitando mutuamente con otra estrella en un sistema doble. El hallazgo proporciona información importante sobre cómo evolucionan y finalmente mueren estrellas como nuestro Sol.