Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, en colaboración con entidades como la NASA, han detectado el planeta más joven jamás hallado. Se trata de un gigante que gira alrededor de una estrella de “tan solo” tres millones de años. Los resultados los publica esta semana la revista Nature.
Este mundo, denominado TIC 241249530 b, sigue una de las órbitas más alargadas de todos los exoplanetas en tránsito conocidos y lo hace en dirección opuesta a la rotación de su estrella anfitriona. El hallazgo, con participación del Instituto Astrofísico de Canarias, desvela cómo estos gigantes gaseosos de gran masa evolucionan hacia jupíteres calientes, con trayectorias muy cercanas y circulares.
Los datos de la misión Cheops de la Agencia Espacial Europea han revelado que un exoplaneta abrasador, que orbita alrededor de su estrella anfitriona en menos de un día, está cubierto por nubes reflectantes de metal, lo que lo convierte en el exoplaneta más brillante jamás descubierto.
Investigadores del Centro de Astrobiología y otros centros internacionales han descubierto una supertierra con una densidad inusualmente baja. La explicación parece estar en su espesa y enorme atmósfera de vapor de agua, unas 50 veces mayor que la de nuestro planeta.
La evolución en los destellos de una estrella moribunda ha permitido a los astrónomos captar cómo se expande y engulle a uno de sus planetas. La Tierra correrá la misma suerte dentro de 5.000 millones de años.
Tras modelizar la metalicidad de las estrellas, su radiación ultravioleta y la capa de ozono de los planetas circundantes, científicos alemanes han descubierto que es más fácil que la vida prospere en mundos situados alrededor de estrellas con relativamente menos cantidad de elementos pesados.
Tres instrumentos del telescopio espacial James Webb han detectado monóxido y dióxido de carbono, agua, sodio y potasio en la capa gaseosa de WASP-39 b, un ‘saturno caliente’ situado a 700 años luz, y lo más sorprendente: dióxido de azufre. Esta molécula se produce por reacciones fotoquímicas inducidas por la energética luz de la estrella madre, como ocurre en la capa de ozono de la Tierra.
Hasta ahora la búsqueda de exoplanetas con indicios de vida se ha centrado en los más parecidos a la Tierra. Investigadores de la Universidad de Cambridge plantean que también podrían ser habitables –al menos para la vida microbiana– un conjunto de planetas cubiertos de océanos, con temperaturas elevadas y una atmósfera rica en hidrógeno.
Con los datos del satélite TESS de la NASA, el telescopio espacial Spitzer y el Gran Telescopio Canarias (GTC), un equipo internacional de astrónomos ha detectado el que podría ser el primer planeta intacto localizado en órbita en torno a una estrella que fue como el Sol, pero que ahora es más pequeña que el exoplaneta. El Instituto de Astrofísica de Canarias participa en el descubrimiento.
Desde ahora el nombre oficial de la estrella HD 149143 será Rosalía de Castro y su planeta HD 149143 b se llamará Río Sar. Este es el resultado en España de la votación organizada por la Unión Astronómica Internacional.