Un estudio español ha comparado los síntomas durante la fase aguda y a los seis meses de la infección de las variantes Wuhan, alfa y delta del SARS-CoV-2. La primera tuvo más síntomas persistentes, que siguen una potencial tendencia descendente conforme aparecen distintas versiones y la progresiva vacunación.
La infección por SARS-CoV-2 afecta de forma variable a las personas, también tras superarla. Puede dar lugar a síntomas que se prolongan el tiempo, con la preocupación de que algunos casos evolucionen a un síndrome de fatiga crónica. Tras un año de mucho ruido, ¿qué sabemos sobre sus consecuencias?
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Granada han creado un sistema de bajo coste que detecta síntomas de fatiga y distracción en los conductores, por lo que puede ayudar a prevenir posibles accidentes en carretera. Incluye una serie de sensores para monitorizar al conductor y dispositivos acústicos de alerta.
Investigadores de psicología clínica de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid han llevado a cabo un proyecto con casi mil pacientes con fibromialgia que demuestra los beneficios del ejercicio físico contra esta enfermedad. También han elaborado un programa que intervenga en la actitud del paciente para que no abandone la actividad física debido a la fatiga y al dolor.
El Instituto de Biomecánica (IBV) está desarrollando un dispositivo instalado en textiles inteligentes capaz de medir la actividad cardiaca y la respiración del conductor para prevenir la somnolencia y la fatiga al volante, en el marco del proyecto europeo HARKEN. El sistema de sensores no invasivo podrá ir integrado en la cubierta del asiento y en el cinturón de seguridad del vehículo.
Un estudio liderado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha identificado ocho moléculas que podrían servir para optimizar el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica, que en España afecta a una de cada 1.000 personas. Los científicos admiten la necesidad de confirmar los resultados mediante estudios más amplios.
El Instituto de Biomecánica ha medido la fatiga durante la conducción para mejorar la seguridad vial. Durante las pruebas en un simulador de conducción, los investigadores han estudiado si era posible detectar el nivel de somnolencia, causante de más del 20% de los accidentes de tráfico, a través de variables del vehículo (control lateral y de la velocidad), así como con señales fisiológicas (movimientos oculares, la respiración y el ritmo cardiaco) que podrían dar lugar a nuevas tecnologías no invasivas para medir la fatiga.
En España, más de un 83% de la población afectada por cáncer de mama sobrevive cinco años después del diagnóstico. De ellos, alrededor de un 66% sufre fatiga tras el tratamiento. Una investigación española determina los factores asociados con el cansancio en las personas que superan un cáncer para mejorar su calidad de vida y su rehabilitación.
Una ingeniera de telecomunicación de la Universidad Pública de Navarra ha relacionado la señal de electromiografía, registradas con electrodos colocados sobre la piel, y la pérdida de potencia, de manera que la fatiga puede ser captada en prácticamente cualquier situación o ejercicio físico.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Politecnica de Madrid (UPM) muestran cómo la exposición al ruido puede producir alteraciones cardiacas sin que los sujetos aprecien síntomas de enfermedad.