Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han desarrollado un chip que, a partir de muestras de pacientes, permite crecer biopelículas bacterianas y analizar su susceptibilidad frente a diferentes antibióticos. Este dispositivo de diagnóstico sencillo y barato puede ayudar a encontrar tratamientos efectivos y personalizados contra infecciones de larga duración.
Investigadores delInstituto de Microelectrónica de Barcelona (CSIC) han creado un parche cutáneo que permite detectar la fibrosis quística, una enfermedad hereditaria de las glándulas mucosas y sudoríparas. El componente clave de este dispositivo inteligente es una batería de papel que se carga con el sudor, a la vez que registra su conductividad para ofrecer el diagnóstico.
Físicos de la Universidad Autónoma de Madrid han mejorado algunas características de las nanopartículas biosensoras fabricadas a partir del galio, un metal líquido. En concreto, han optimizado sus propiedades plasmónicas, relacionadas con la focalización de luz por excitación de electrones, un avance que puede ayudar a detectar precozmente enfermedades como la fibrosis quística o la glucogenósis a través de sus marcadores.
Un equipo de científicos catalanes está más cerca de comprender cómo las bacterias provocan infecciones pulmonares crónicas mediante la identificación de las enzimas clave que les permiten crear las condiciones adecuadas para la infección en forma de biopelícula. Según el estudio, entender la virulencia de las biopelículas bacterianas ayudará a mejorar el diseño de fármacos antibacterianos específicos.
Un equipo europeo, liderado por el centro tecnológico vasco IK4-Ikerlan, está desarrollando un innovador sistema de diagnóstico de enfermedades genéticas del feto, como el síndrome de Down, o la fibrosis quística, a través de unas gotas de sangre de la madre. El precio de este examen, basado en técnicas de laboratorio en un chip, estará entre 100 y 200 euros, frente a los 800 que pueden costar los actuales análisis de cribado.
El test diagnosticará síndrome de Down y la fibrosis quística en unas pocas gotas de sangre materna. / IK4-Ikerlan
Una investigación realizada en la UGR revela que los fármacos más consumidos por estos pacientes son, por este orden, antibióticos, vitaminas y suplementos minerales y, en tercer lugar, enzimas pancreáticos. Sus autores hicieron un estudio farmacoeconómico de la medicación recogida por los pacientes afectados de fibrosis quística en los hospitales de la Comunidad Autónoma de Andalucía durante los años 2002-2005.