Algunos de los microbios que habitan las tripas pueden convertirse en eficaces armas para combatir la desnutrición. Dos estudios en roedores a los que se les han transferido bacterias de los intestinos humanos prueban que intervenir sobre la composición del microbioma es una manera de mitigar los retrasos en el crecimiento producidos por la falta de nutrientes.
Dos estudios coliderados por investigadores del CSIC han permitido analizar los cambios que patologías como el lupus, la diarrea y la obesidad producen en las bacterias de la flora intestinal. El descubrimiento permitirá conocer mejor el desarrollo de estos trastornos.
Cultivo de bifidobacterias fotografiadas al microscopio de criocongelación y barrido. Imagen: Patricia Ruas Madiedo.
Científicos españoles han analizado la respuesta a un mismo probiótico entre diversos grupos de población y han observado que es ‘altamente variable’. Las conclusiones, publicadas en el British Journal of Nutrition, destacan la necesidad de seleccionar probióticos específicos para cada tipo de población.
Los alimentos probióticos, como las bebidas a base de yogur que contienen bacterias vivas, poseen un efecto tangible sobre el metabolismo, según los resultados de un nuevo estudio publicado en el último número de la revista Molecular Systems Biology.