Los datos de la misión Cheops de la Agencia Espacial Europea muestran que el exoplaneta WASP-103b, un gigante gaseoso dos veces más grande que Júpiter, ha sido deformado por las potentes fuerzas de marea que se generan con su estrella anfitriona, WASP-103, en la constelación de Hércules. Es la primera vez que se constata este efecto ‘balón de rugby’ en un objeto de masa planetaria.
La escasez de materia oscura en la galaxia NGC1052-DF4 desconcertaba a los astrónomos, pero ahora investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias y otros centros internacionales han dado con el mecanismo que lo explica: mareas provocadas por la interacción gravitatoria con una galaxia cercana.
Los planetas podrían perturbar el mecanismo que genera el campo magnético solar en una zona clave del interior de la estrella, según un estudio internacional en el que participa el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC). El fenómeno explicaría también otras periodicidades detectadas en la actividad magnética del Sol.