El esmalte que recubre nuestros dientes es el mismo que compartimos con otras especies de animales tetrápodos y peces. Sin embargo, hasta ahora se desconocía su origen. Un equipo internacional de científicos sugiere que un tejido –la ganoína–, hallado en las escamas de muchos peces fósiles y algunos primitivos que viven en la actualidad, es en realidad similar al esmalte. El hallazgo revela que el origen de este material dental se encuentra en peces ya extintos.