Investigadores españoles han identificado una adaptación en sociedades indígenas de Andamán (India), Malasia y Filipinas que facilitaría una mayor acumulación de grasa corporal. Este hecho pudo suponer una ventaja evolutiva frente a los retos nutricionales impuestos por la selva tropical.
Los expertos han sospechado durante mucho tiempo que el aumento del consumo de alimentos procesados en los últimos 50 años es uno de los principales impulsores de la actual epidemia de obesidad. Dada la complejidad de estudiar los hábitos alimenticios, hasta ahora ha sido difícil establecer una conexión directa.
El resveratrol y la quercetina, moléculas presentes de forma natural en numerosos alimentos y bebidas de origen vegetal como la uva, el vino, la cebolla, y la manzana, entre otros, han demostrado, además de otros efectos beneficiosos para la salud, cierta capacidad para reducir la grasa corporal. Los experimentos realizados a un grupo de ratas alimentadas con dieta rica en grasa y azúcar demuestran que la administración de una combinación de estos dos compuestos induce un efecto del tejido adiposo blanco que contribuye a la reducción de peso.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han participado en un estudio que sugiere que un mayor nivel socioeconómico de las familias implica una mejor condición física de los adolescentes, junto con un menor porcentaje de grasa corporal.