Al analizar los episodios de risa de 50 personas, un equipo de científicos con participación de la Universidad Complutense de Madrid ha diagnosticado cuadros de depresión con una precisión del 82,1%. El estudio refleja diferencias entre las carcajadas masculinas y femeninas, y abre la puerta a que, en un futuro, el análisis de la risa pueda convertirse en una técnica complementaria para diagnosticar esta enfermedad mental.