Uno de los principales incentivos para establecer un sistema energético basado en las fuentes de energía renovables es el desarrollo de nuevos procedimientos para acumular la energía, y el hidrógeno se postula como uno de los vectores energéticos del futuro. En este ámbito, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) lleva trabajando 25 años para desarrollar materiales para la acumulación y conversión de la energía.