Las personas que trabajan fuera del horario habitual de 9h a 17h o tienen jet lag con frecuencia presentan un riesgo más elevado de sufrir un aumento de peso o cáncer. Para explicarlo, investigadores holandeses han desarrollado un modelo experimental que demuestra cómo los cambios en los ciclos de luz y oscuridad en ratones con predisposición genética a sufrir cáncer de mama incrementan los riesgos en la salud.