La tesis doctoral elaborada por el vallisoletano Aitor Curiel, especialista en Medicina Legal y Forense y criminólogo, ha logrado avalar la huella de oreja como método de identificación con validez científica y jurídica. El estudio de más de 1.000 otogramas, término que alude a estas huellas, así como su clasificación y examen en gemelos monocigóticos, ha obtenido un Sobresaliente cum laude por parte de la Universidad Camilo José Cela de Madrid.