Investigadores del CNIO han desvelado por qué el proceso de transformación de células diferenciadas a células madre provoca importantes daños en el ADN. Además, los expertos han conseguido corregir este daño mediante una sencilla modificación de los medios de cultivo, lo que produce células madre potencialmente más seguras para su uso en medicina regenerativa.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto un mecanismo por el cual la reprogramación de células adultas a células madre pluripotentes inducidas es mucho más rápida y eficiente. El descubrimiento permite que la reprogramación de células pase de un par de semanas a pocos días.
Un equipo de investigación español ha logrado reproducir en ratones la técnica que, aplicada in vitro, valió el Nobel de Medicina en 2012 a Shinya Yamanaka. Las características de las células madre obtenidas, publicadas en la revista Nature, amplían las aplicaciones de esta tecnología a la medicina regenerativa.
Por primera vez, se ha conseguido producir in vitro un fragmento tridimensional y vascularizado de hígado humano que, tras ser trasplantado en el cráneo y el abdomen de ratones, comienza a realizar funciones propias del órgano completo. Según los autores japoneses del estudio, en diez años podrán comenzar las pruebas clínicas en humanos.
El año pasado, el investigador japonés Shinya Yamanaka ganó el premio Nobel de Medicina por haber hecho posible la reprogramación celular. / BBVA
Una extraña euforia marcó el 5 de julio de 1996: nacía Dolly, el primer mamífero clonado. La oveja escocesa abrió la posibilidad de tratar enfermedades gracias al poder de las células madre embrionarias y despertó un controvertido debate ético con implicaciones legales. Hoy, 15 años después de Dolly, los escollos morales –no los técnicos– se salvan con la nueva técnica de reprogramación celular, mientras la medicina regenerativa sigue soñando con fabricar tejidos y órganos a medida.
Descripción del proceso de clonación terapéutica. Imagen: SINC / José Antonio Peñas
Existen células de laboratorio con un potencial terapéutico tan poderoso como las células madre embrionarias: las de pluripotencia inducida (iPS). El científico japonés Shinya Yamanaka, ‘padre’ de este descubrimiento, se encuentra estos días en Madrid para recoger el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina.
Una investigación internacional con participación española demuestra que el proceso de reprogramación de las células es mutágenico, es decir, que sufre mutaciones puntuales en diferentes genes. El hallazgo pone en cuestión el uso de células humanas de pluripotencia inducida (iPS) para fines terapéuticos, si bien los expertos confían aún en los “enormes beneficios” de estas células.