La administración de un fármaco fibrinolítico, que permite restablecer la microcirculación cerebral, después de la trombectomía mecánica mejoró hasta un 59 % las probabilidades de que el paciente no presentara secuelas a los tres meses del procedimiento. Esto supone un cambio de paradigma en el tratamiento del ictus isquémico en todo el mundo.
Los pacientes con unas determinadas variantes en el gen PATJ tienen menos capacidad de recuperarse después de sufrir un ictus, como concluye el primer estudio multicéntrico realizado en este campo. Siete de cada diez pacientes que presentan esta variación en el material genético quedan con secuelas graves tres meses después de sufrir un infarto cerebral, ante menos de la mitad en caso de no presentar esta variación.
Un estudio internacional, publicado en el 'New England Journal of Medicine', ofrece información sobre los subgrupos de pacientes con ictus que podrían beneficiarse de los tratamientos endovasculares. Los resultados evidencian que por cada 30 minutos de retraso en el acceso al tratamiento, disminuyen un 10% las posibilidades de recuperación funcional.
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado desentrañar los mecanismos celulares que subyacen a la Depresión de Leão, la mayor señal eléctrica del cerebro y causa de la migraña clásica. El hallazgo, publicado en la revista European Journal of Neuroscience, podría cambiar la visión tradicional sobre esta onda, también responsable de la muerte neuronal que ocurre tras los ictus, y abrir una nueva vía de investigación para el desarrollo de terapias.