Un estudio español en forma de revisión, en el que ha participado el Instituto de Salud Carlos III, indica que los anticuerpos neutralizantes pueden servir de base para el desarrollo de terapias y vacunas frente al citomegalovirus. Los resultados sugieren también que la combinación de diferentes antígenos podrían ser extrapolables a otras infecciones virales, como la ocasionada por el SARS-CoV-2.