Investigadores de la Universidad de La Rioja han desarrollado una plataforma de bioimpresoras 3D para ayudar a avanzar en el campo de la ingeniería de tejidos. El dispositivo es de código abierto, con un hardware y software libres.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han creado una superfibra de araña estirando directamente la glándula que la produce, mediante una antigua metodología que se usó con los gusanos de seda. La nueva hebra tiene una sección 10.000 veces mayor que la seda natural del arácnido, por lo que puede soportar cargas mucho mayores. El avance ayudará a desvelar los secretos de este material y podría aplicarse en el desarrollo de nuevos tejidos biomédicos.
Investigadores del Instituto Politécnico de Leiria (Portugal) han generado una estructura 3D biodegradable que ayuda a reparar los huesos caundo se implanta donde hay una fractura. La estructura del material se ha analizado en detalle con la luz del Sincrotrón ALBA, en Barcelona.
Un equipo de científicos europeos ha desarrollado un sistema para producir ‘organoides cerebrales’ a partir de cultivos de células madre. El resultado es un tejido en 3D similar a las primeras etapas del cerebro humano, lo que permite estudiar su evolución y las enfermedades asociadas, como la microcefalia.
Un riñón, un dedo y una oreja imprimidos en 3D. / Wake Forest Institute
Impresión de un prototipo de riñón. / Wake Forest Institute for Regenerative Medicine