En la actualidad, muchos países ricos son capaces de paliar en cierta medida el riesgo de inundación de los deltas mediante inversiones que permiten reducir su vulnerabilidad. Sin embargo, un nuevo modelo, en el que se han incluido variables climáticas y económicas, indica que los crecientes costes de infraestructura harán que esta mitigación no sea sostenible a largo plazo.
Un equipo multidisciplinar recopila datos climáticos de los últimos cinco siglos para explicar la variabilidad de los eventos hidrológicos extremos en el sureste de la Península Ibérica.
El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero causó un incremento de las precipitaciones y del riesgo de inundaciones durante la segunda mitad del siglo XX
Dos estudios internacionales, publicados hoy en la revista Nature, demuestran que el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero causó un incremento de las precipitaciones y del riesgo de inundaciones durante la segunda mitad del siglo XX. Los resultados también confirman que las acciones humanas contribuyen al calentamiento global.
La imagen, generada con el Advanced Synthetic Aperture Radar (ASAR) del Envisat, muestra una franja de 100 × 500 km en la zona de inundaciones de Pakistan (en azul, las regiones inundadas). Se ilustra la diferencia entre el 24 de agosto y una imagen de referencia tomada el 8 de septiembre de 2009.
La historia de la climatología en el Levante peninsular ibérico, en la que se alternan los períodos de sequía con las tormentas y temporales, se repite desde siglos atrás, por lo que es posible prever estos acontecimientos para poner en marcha técnicas con las que hacerle frente y minimizar su impacto.
Reproducción de cómo se produjo la mayor inundación conocida en la Tierra que llenó el mar Mediterráneo hace 5,3 millones de años.
Los fenómenos climatológicos extremos no dejan de aumentar y la mayoría de los países no están preparados para evitar los desastres naturales. El nuevo informe de Evaluación Global sobre la Reducción de Riesgos de Desastres presentado esta semana por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) propone medidas para evitar más pérdidas humanas y materiales.