El traslado de ejemplares de fauna silvestre desde un lugar a otro se ha convertido en una herramienta de restauración ecológica utilizada en todo el mundo. En unos casos se emplea para salvar a especies en peligro de extinción y en otros para recuperar procesos naturales en los ecosistemas, según cuenta Ignacio Jiménez, especialista en translocación y conservación de la UICN.
El análisis genómico del jaguar –el mayor felino del continente americano– junto al de diversas especies de grandes felinos revela la historia de cruces entre especies y su evolución adaptativa. Según el nuevo estudio, la hibridación histórica entre el jaguar, el león, el leopardo y otras especies de felinos del género Panthera habría contribuido a su supervivencia a largo plazo. Pero los datos genómicos demuestran que estos animales han perdido diversidad genética a lo largo del tiempo.
El jaguar sobrevive en poblaciones de tamaños muy variables, pero son las comunidades pequeñas y aisladas las que se encuentran más gravemente amenazadas. La Estación Biológica de Doñana ha liderado el estudio genético más extenso sobre esta especie para ayudar a su conservación.
El jaguar (Panthera onca) se ha convertido en las últimas décadas en un animal en peligro de extinción debido a la fragmentación y deterioro de su hábitat, a la caza y al tráfico ilegal de especies. Su vulnerabilidad ha hecho que no se observaran ejemplares en el centro de México desde principios del siglo XX, pero científicos mexicanos y españoles han logrado ahora fotografiar a un jaguar macho en esta zona.
Una de las tres fotografías del jaguar tomadas durante la investigación.