Un estudio, publicado en la revista Geoarchaeology, sugiere que las acumulaciones de herramientas líticas encontradas en los yacimientos plio-pleistocenos de la Garganta de Olduvai, en Tanzania, muestran indicios de haber sido arrastradas y concentradas por corrientes de agua. Esto implica que no habrían sido generadas in situ por la actividad humana.