Los niveles de citoquinas, moléculas clave para el sistema inmunológico del recién nacido, pueden verse afectados por la dieta de la madre y un nacimiento prematuro. Así lo evidencia una nueva investigación sobre la leche materna de la Universidad Autónoma de Madrid, en la que se subraya la importancia del asesoramiento nutricional durante la lactancia.
Científicas del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares han comprobado en ratones recién nacidos que el ácido gamma linolénico (GLA), aportado por la leche materna, impulsa la maduración metabólica cardiaca. Aunque se desconoce si en humanos ocurre lo mismo, los resultados podrían tener implicaciones terapéuticas en algunas patologías cardiovasculares.
La leche materna protege a los bebés de muchas enfermedades, pero la pandemia de covid-19 ha hecho dudar de su seguridad a las madres expuestas o infectadas por el SARS-CoV-2. Un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics muestra las mejores prácticas para dar el pecho o extraer la leche.
Lactancia para madres expuestas a la covid-19. / J. A. Peñas
Los bebés del Neolítico fueron alimentados con leche de ovejas o cabras usando vasijas equivalentes a los biberones modernos. Un equipo de científicos ha encontrado evidencias de este destete prehistórico en recipientes hallados en tumbas infantiles en Alemania.
Investigadores de la Universidad de Jaén han desarrollado una técnica innovadora para cuantificar disruptores endocrinos en muestras biológicas humanas. Se trata del primer modelo metodológico que utiliza un sistema de extracción en fase sólida para la retención de estos interruptores hormonales.
Investigadores de la Universidad de Jaén han diseñado una técnica rápida y sencilla para determinar a la vez 13 disruptores endocrinos, unos contaminantes que alteran el equilibrio hormonal del organismo. El procedimiento combina procesos físicos y químicos para localizar de forma precisa estos compuestos en muestras de orina, sangre y leche materna.
Investigadores españoles han creado una herramienta que analiza si la leche materna contiene contaminantes químicos sintéticos, como el bisfenol A y los parabenos. Los resultados de este trabajo, realizado en diez mujeres de Granada, confirman que estas sustancias son ubicuas, lo que podría deberse a la utilización diaria y masiva de productos de cuidado personal por parte de las madres.
Amamantar a un niño durante seis o más meses se asocia con un riesgo menor de sufrir leucemia infantil, comparado con los bebes que nunca fueron amamantados o que tomaron el pecho durante un periodo de tiempo muy corto. Esto es lo que sugiere un nuevo estudio en el que los autores han revisado 18 investigaciones sobre la relación entre leche materna y este tipo de cáncer en niños.
Investigadores españoles han trazado el mapa de la microbiota bacteriana en la leche materna, el principal alimento de los recién nacidos. Este estudio revela una mayor diversidad microbiana de la inicialmente pensada: algo más de 700 especies.