Muchas de las hojas de plomo con textos ibéricos proceden de expolios, pero investigadores de las universidades de Valencia y Barcelona han examinado una localizada en la excavación reglada del Pico de los Ajos (Yátova). Aunque la lengua íbera sigue sin poder traducirse, en este caso se ha podido identificar con bastante seguridad el nombre del autor del escrito o quien lo encargó: Tořaibeleś.