Durante un proceso de inflamación, las células del sistema inmune llamadas glóbulos blancos o leucocitos se acumulan para reparar el tejido, produciendo sustancias que generan dolor. Pero además producen péptidos opioides endógenos capaces de aliviar el dolor. Investigadores de la Universidad de Granada demuestran en ratones que gracias a una proteína presente en las neuronas se puede incrementar la acción de los péptidos para que los leucocitos alivien el dolor que se siente cuando un tejido está inflamado.
Contar glóbulos blancos sin tener que hacer un análisis de sangre, mediante un pequeño dispositivo que se coloca en un dedo. Esto es lo que pretende un equipo de jóvenes ingenieros biomédicos empleando una tecnología que combina un sensor óptico y algoritmos. El sistema, con varios prototipos en fase de desarrollo, está pensado para su aplicación en pacientes sometidos a quimioterapia, que podrán conocer en tiempo real el estado de sus defensas. También servirá para detectar infecciones graves.
Los glóbulos blancos de Hendrikje van Andel-Schipper, una supercentenaria fallecida en 2005, albergaron más de cuatro centenares de alteraciones genéticas sin provocarle ninguna enfermedad. Científicos holandeses y estadounidenses buscan las claves de la longevidad en las muestras de Hennie, como solían llamar a esta mujer de récord que donó su cuerpo a la ciencia.