La cerveza emite un olor, el mismo que se disfruta al tomarla, que atrae a las moscas, lo que permite a la levadura conseguir un medio de transporte para reproducirse. Este caso podría revelar un patrón general de simbiosis entre microorganismos e insectos, según apunta un estudio de investigadores de la universidad belga de Lovaina.
Un estudio del Centro de Regulación Genómica (CRG), publicado esta semana en Science, muestra un nuevo sistema de control de calidad de las proteínas en la membrana del núcleo celular. Según los autores, el sistema tiene funciones como eliminar las proteínas que se pliegan de forma errónea y proteger al núcleo de la acumulación de dichas proteínas, lo cual resulta clave en células que no se dividen, como las neuronas.
Rubén Martínez, licenciado en Biología y Bioquímica, ha desarrollado en su tesis doctoral una nueva metodología que permite conocer el estado fisiológico de la levadura en cada punto del proceso de fermentación del vino. “Utilizando un simil cinematográfico —explica—, la fermentación vínica sería una película completa de la que, gracias a esta nueva metodología, podríamos extraer todos y cada uno de los fotogramas que la componen”.
Investigadores de la Universidad de Oviedo han marcado el azufre de la levadura de la cerveza con un método no radiactivo, de tal forma que al dársela de comer a ratas de laboratorio se puede rastrear el camino que sigue este elemento y analizar los aminoácidos y las proteínas donde se va incorporando. La técnica puede ser muy útil para estudiar in vivo el metabolismo de este micronutriente y ver cómo actúan los fármacos azufrados en el organismo.
Los isótopos de azufre se detectan con la técnica ICP-MS (espectrometría de masas con fuente de plasma de acoplamiento inductivo). / Justo Giner
A diferencia de lo que se pensaba hasta la ahora, la maquinaria de degradación del ácido ribonucleico (RNA) es capaz de viajar al núcleo y estimular la expresión de los genes. El hallazgo sobre el funcionamiento molecular de las levaduras, en el que han participado investigadores de la Universitat de València y de la Universidad de Sevilla, aporta información para la creación de terapias o la detección de las causas de enfermedades.
Un grupo de científicos internacionales, en el que participa Víctor Álvarez Tallada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, describe por primera vez in vivo cuándo, dónde y a qué nivel se inicia la fase de división celular conocida como mitosis. En un artículo, publicado en la revista Nature Cell Biology, estos expertos identifican el centrosoma como el punto de origen de esta actividad, otorgándole además una nueva función relacionada con un cambio morfogenético previo al proceso de separación.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han identificado el mecanismo que permite a la proteína Zds1 regular un proceso clave en la mitosis, que ocurre inmediatamente antes de la división celular. El resultado abre la puerta al desarrollo de terapias específicas y directas contra el cáncer.