Un equipo internacional con participación española ha generado las primeras secuencias genómicas completas de ADN humano antiguo de África occidental y central y confirma que el origen del ser humano moderno se produjo a partir de cuatro poblaciones africanas diferentes que vivieron separadas hace entre 300.000 y 200.000 años.
Un estudio genético en ciervos, realizado por varios centros de investigación españoles, confirma las diferencias de la subespecie ibérica con la europea y sugiere el control de las reintroducciones para preservar las poblaciones locales. Trabajos previos ya habían identificado dichas distinciones pero, a partir del análisis filogenético detallado, se ha establecido con más precisión las áreas en las que se encuentran ambos linajes en España.