Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han creado un nuevo mecanismo de transmisión entre piezas sin contacto, basado solo en fuerzas magnéticas, de tal foma que evita la fricción y el desgaste y no requiere lubricación. Puede aplicarse en el ámbito de la navegación espacial, pero también se ha adaptado para emplearse en otras industrias, como en ferrocarriles o aviones.
Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) y otros centros internacionales han desarrollado un método para enfriar por debajo de -272,15 grados Celsius usando una molécula-imán: Gd7. Esta podría sustituir al escaso y caro helio-3, empleado hasta ahora para alcanzar esas bajísimas temperaturas en diversas técnicas de enfriamiento.
Investigadores de la Universidad de Valencia y el Instituto de Tecnología Química han confirmado por primera vez la posibilidad de modular las propiedades magnéticas de un material inorgánico mediante moléculas orgánicas fotoactivadas.
Un equipo internacional de científicos, liderados desde la Universidad Autónoma de Barcelona, ha desarrollado un material que logra guiar y transportar el campo magnético de un lugar a otro de manera similar a como una fibra óptica actúa con la luz o una manguera transporta el agua. Las aplicaciones pueden ser tan amplias como las que tiene actualmente la fibra óptica.
Aunque se puede comprar, Michael Saurus, inventor de multitud de objetos curiosos, explica cómo fabricar una versión casera de la masilla magnética a partir de plastilina y polvo de óxido de hierro.
Investigadores de la Universidad de Zaragoza han ideado un nuevo método para crear nanodispositivos para sensores, así como para el procesamiento y almacenamiento de la información. El avance está relacionado con el control eléctrico de una propiedad que hasta ahora solo se podía ajustar con cambios estructurales: la denominada anisotropía magnética.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado este viernes desde Rusia la misión Swarm, una flotilla de tres satélites que medirán las señales magnéticas que emite nuestro planeta. Los científicos están especialmente interesados en comprender qué está ocurriendo con la ‘dinamo’ de la Tierra, que parece estar frenándose.
Las tres naves gemelas de Swarm estudiarán el campo magnético terrestre. / ESA-AOES Medialab
Investigadores de nanoGUNE y la Universidad Libre de Berlín han desarrollado una nueva técnica para manipular el magnetismo de los átomos. Si se mantienen en ese estado el tiempo suficiente, se facilitan los procesos de escritura y lectura de información. El trabajo aparce en la revista Nature Physics.