Hasta ahora se pensaba que la superconductividad y el magnetismo eran fenómenos excluyentes, pero investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona y del Sincrotrón ALBA han encontrado una nueva fuente de magnetismo derivada de defectos puntuales en un tipo de superconductor: los cupratos de alta temperatura. El descubrimiento ayudará a mejorar las propiedades de estos materiales.
Las rocas volcánicas del sur de León sufrieron una rotación de casi 60° hace 300 millones de años, un ejemplo de lo que pudo ocurrir en toda la península ibérica cuando se formaba en aquel momento. Así lo revelan las señales magnéticas de sus minerales, analizados ahora por investigadores de las universidades de Salamanca y Utrecht (Holanda). El hallazgo mejora la comprensión de un desaparecido arco montañoso que se erguía sobre lo que hoy es el noroeste de España, Francia y sur de Reino Unido.
Nanoestructuras magnéticas con forma de remolino han sido identificadas a temperatura ambiente en materiales compatibles con la producción industrial. Este descubrimiento facilitará su uso en los ordenadores para almacenar y transportar información.
Un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad de Barcelona, ha captado imágenes directas de las ondas magnéticas mediante experimentos en los que se generan secuencias de ondas de espines, los 'giros' de los electrones. El avance puede ayudar a manipular mejor la información en nanodispositivos magnéticos.
En el Sincrotrón ALBA, un grupo de investigadores ha conseguido visualizar y analizar en detalle las propiedades y defectos magnéticos de materiales a escala nanométrica, lo que puede mejorar el control y la utilización de los dispositivos de almacenamiento de datos. Los resultados se publican hoy en Nature Communications.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han aclarado aspectos desconocidos sobre el comportamiento de estructuras micromagnéticas, en concreto, sobre procesos de inversión de la magnetización. Con este trabajo, basado en la realización de simulaciones, el equipo puede contribuir a corto plazo a mejorar dispositivos como las memorias magnéticas de los ordenadores.
La hipertermia –aumento de la temperatura corporal– se utiliza desde hace siglos para combatir los tumores o reducir sus efectos. La investigación del físico Eneko Garaio ha tenido por objeto la hipertermia, pero utilizando otro sistema (nanopartículas magnéticas) para aumentar la temperatura corporal. Dichas nanopartículas absorben energía de los campos magnéticos y la convierten en calor, que se utiliza para hacer subir la temperatura de los tumores y combatirlos.
Rosetta y Philae detectan que el cometa 67P no tiene campo magnético. / ESA
Investigadores españoles han descubierto que si se intercalan átomos de plomo en una lámina de grafeno se genera un potente campo magnético por la interacción del giro o espín de los electrones con su movimiento orbital. Esta propiedad revolucionaria puede tener aplicaciones en espintrónica, una tecnología emergente promovida por la Unión Europea para crear avanzados sistemas de computación.
En el mar de grafeno (sobre un cristal de iridio) la interacción espín-órbita de los electrones es mucho menor que la que se crea al intercalar una isla de plomo. / IMDEA Nanociencia/UAM/ ICMM-CSIC/UPV-EHU