Rinoceronte lanudo. Ilustración original de Diego Álvarez Lao.
Restos de rinoceronte lanudo recuperados en Jou Puerta. Foto: Diego Álvarez Lao
Megaloceros o ciervo gigante. Ilustración original de Diego Álvarez Lao.
Al final del Pleistoceno, hace entre 30.000 y 40.000 años, el sur de la Península Ibérica tenía una temperatura similar a la que hoy presenta el sur de Escandinavia, con una temperatura media anual de unos 10 ºC. Así lo revelan los restos de mamuts lanudos que han analizado investigadores del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, un centro mixto del CSIC y la Universidad de Granada (UGR).
Un equipo internacional dirigido por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de la Universidad Rovira i Virgili ha descubierto 1.168 nuevos fósiles de fauna e industria lítica de hace unos 1,3 millones de años en los yacimientos de Orce en Granada. Las herramientas halladas en la campaña realizada desde el 30 de agosto hasta ayer son las más primitivas de Europa y los científicos las relacionan con los conjuntos africanos.
Un equipo integrado por miembros de la Universidad de Oviedo (UO) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha recopilado todos los hallazgos del mamut lanudo, del rinoceronte lanudo y del reno en la Península Ibérica para demostrar que, aunque de forma escasa, hace 150.000 años los grandes mamíferos, prehistóricos indicadores de clima frío, ya habitaban este territorio.
Los investigadores españoles hallaron los restos fósiles de fauna de clima glaciar en 72 yacimientos ibéricos, la mayoría en el norte de la península.
Dos molares de un mamut meridional de hace más de un millón de años se exponen en la ventana permanente que el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) tiene en el Parque de las Ciencias de Granada desde la inauguración de sus nuevas instalaciones.
Científicos estadounidenses demuestran en el último número de Science que la lenta extinción de mamuts, mastodontes y perezosos gigantes al final de la última glaciación en Norteamérica provocó cambios en la vegetación y el incremento de los incendios, y no al revés. Los investigadores proponen la hipótesis del impacto de un meteorito hace unos 12.900 años como causa de la extinción masiva de estos grandes herbívoros.