El ser humano se ha convertido en la primera amenaza de algunos animales, que son perseguidos, torturados y aniquilados. Aunque muchas de estas masacres ya han sido denunciadas, otras, como la matanza de delfines en un pueblo pesquero japonés, a primera vista amante de estos mamíferos marinos, no se conocían hasta ahora. El thriller documental The Cove recoge las escalofriantes imágenes que muestran al mundo de lo que es capaz el humano: teñir el mar de rojo, de sangre de delfín, el animal que siempre sonríe.
Un barco se aproxima al hielo del Golfo de San Lorenzo (Canadá) donde habitan las focas arpa. Una cría es divisada desde la nave y un cazador le dispara. Pasan los minutos y el animal resiste, pero sólo hasta que otro hombre la despelleja con su gancho. Ésta es una de las imágenes de la matanza de focas de 2009. Su piel, como la de otras 299.000 focas, será vendida por 15 dólares canadienses. Hoy la Unión Europea ha vetado en una decisión histórica el comercio de productos derivados de estos animales. Pero Canadá sigue permitiendo esta criticada práctica.
La comercialización de productos derivados de las focas se prohibirá en la Unión Europea (UE). Así se ha comprometido hoy el Parlamento Europeo. La única excepción son los productos procedentes de la caza tradicional de las comunidades aborígenes como las de los inuit y la derivada de una gestión duradera de los recursos marinos.