Los nuevos lanzadores neumáticos con que cuenta el Laboratorio de Impacto en Estructuras Aeronáuticas, situado en el Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), permiten realizar una amplia variedad de estudios sobre problemas de impacto que aparecen en la industria aeronáutica y sobre blindajes óptimos en otros sectores. Los investigadores han creado modelos que identifican los diferentes mecanismos de absorción de energía tras un impacto en diversos materiales.
Un estudio de la Universidad CEU San Pablo ha revelado que el yeso laminado no se comporta de manera estable en cualquier situación, tal y como se propone en el Código Técnico de la Edificación. Sus valores varían en función de la temperatura de los gases generados durante un incendio, llegando a alcanzar valores residuales una vez que se produce la fractura del material. Los investigadores proponen la adopción de valores variables para la conductividad térmica de este material.
Las dos características más importantes de los sólidos vítreos a bajas temperaturas persisten en vidrios altamente estabilizados. Así lo revelan muestras de ámbar con más de 110 millones de años de antigüedad recogidas en la Cueva de El Soplao, en Cantabria, y analizadas por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Un equipo internacional de científicos ha comprobado que aplicando una deformación a unos novedosos materiales, conocidos como aislantes topológicos, se puede modificar de forma controlada su comportamiento electrónico, un efecto de gran interés para los sectores informático y de las telecomunicaciones. En el trabajo, que es portada de la revista Nature Physics, ha participado un investigador de la Universidad de Cádiz.
Nanoestructura natural vista al microscopio electrónico. / Ling Li
Comparación de las calidades en capas de 15 nanómetros obtidas por deposición química (PAD) o deposición por láser pulsado (PLD). / USC
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han creado un ‘cristal’ en el que se pueden proyectar letras e imágenes sin dejar de ver lo que hay detrás. El secreto lo guardan sus nanopartículas de plata, que reflejan la luz láser en una determinada longitud de onda. Los escaparates, ventanas y parabrisas del futuro podrían utilizar esta nueva tecnología.
Investigadores del instituto ETH de Zúrich (Suiza) han ideado una técnica para incorporar pequeños dispositivos electrónicos en tejidos biológicos como la piel y las superficies vegetales. Esta electrónica también se podría usar en lentes de contacto para medir la presión intraocular.