El Gobierno asturiano y la Universidad de Oviedo han instalado en Lugones el primer medidor de black carbon (partículas microscópicas de carbón procedente de la combustión) de España y uno de los pocos que existen en Europa. Los datos recogidos permitirán analizar el impacto de las partículas de carbono en la salud y en el medio ambiente, y detectar el origen de las emisiones contaminantes.