Durante la lluvia de Dracónidas que generó el cometa cometa 21P/Giacobini‐Zinner en 2011 se produjeron alrededor de 400 meteoros por hora y 950 kg de fino material que cayó a la Tierra. Así lo confirman las observaciones y datos registrados por un equipo de astrónomos españoles, que publican ahora los resultados en las Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Secuencia de la explosión de uno de los bólidos durante la lluvia de Dracónidas. / A. Francisco Marín
El mismo meteorito que acabó con los dinosaurios provocó también la extinción de las lagartijas y serpientes y una modificación total del ecosistema. Un estudio de las universidades de Yale y Harvard explica que el 83% de estos reptiles desaparecieron tras el impacto, entre ellos la lagartija Obamadon gracilis, recientemente identificada.
El sulfuro de hidrógeno fue esencial en las reacciones químicas que produjeron las primeras formas de vida en la Tierra. El hallazgo, demostrado en un experimento de 1958 que no llegó a publicarse, ha sido confirmado ahora por un equipo internacional de científicos.
La lluvia de estrellas de las Oriónidas pudo contemplarse este año en su máximo esplendor el pasado 20 de octubre. Los científicos las llaman así porque los meteoros parecen salir de la constelación de Orión. Durante estas lluvias las agencias espaciales toman medidas para proteger de posibles daños a los satélites que tienen en el espacio. En las próximas semanas, el punto de mira se pondrá en las Leónidas, las más numerosas, cuya actividad se produce cada año entre el 15 y el 21 de noviembre.