Los microorganimos pueden crecer alimentándose solo de purines de granjas porcinas (restos de excrementos sólidos y líquidos), sin necesidad de utilizar otros fertilizantes que encarecen el proceso de crecimiento. Esta es la conclusión de un experimento realizado en condiciones reales por investigadores de la Universidad de Almería para quienes el uso de efluentes líquidos abarata la producción y contribuye al tratamiento de estos desechos agrícolas de difícil gestión.
Investigadores del centro tecnológico Neiker-Tecnalia han localizado microalgas del litoral vasco que presentan ácidos grasos tipo omega 3. Estas moléculas beneficiosas para la salud se podrían emplear en alimentos funcionales.
Investigadores de la Universidad de Jaén han comprobado en laboratorio que los carotenoides, moléculas antioxidantes que se encuentran en los microorganismos marinos, evitan el deterioro de los ácidos grasos del aceite impidiendo que este se ponga rancio y alargando así su fecha de consumo. El nuevo estudio, publicado en Food Chemistry, demuestra que el aceite de oliva podría aguantar más de un año en buenas condiciones.
Investigadores del grupo Biotecnología de Microalgas de la Universidad de Almería han patentado un método para deshidratar microalgas que reduce en más de un tercio el caldo de cultivo de estos microorganismos, sin necesidad de incrementar el gasto energético del proceso de obtención de biodiésel. Esta reducción resulta necesaria para conseguir microalgas secas, la materia prima a partir de la cual se extrae el nuevo combustible.
El grupo de investigación en Farmacología Molecular y Aplicada de la US (FARMOLAP) ha descubierto la presencia de compuestos con propiedades altamente antiinflamatorias en las microalgas. Se trata de sustancias de naturaleza lipídica derivadas del α-linolénico y linoleico, esenciales para el ser humano.
Hasta ahora se pensaba que la cianobacteria de la que surgieron las plantas pertenecía a un grupo extinto de características desconocidas. Una investigación, que cuenta con la participación de la Universidad Internacional de La Rioja y la Universidad de Extremadura, desmiente esta hipótesis al demostrar que este grupo de cianobacterias existe en la actualidad, tiene morfología filamentosa y surgió hace 1.500 millones de años.
Investigadores del grupo de Biotecnología de Microalgas Marinas de la Universidad de Almería han adaptado fotobiorreactores clásicos, sistemas que mantienen un ambiente apropiado para el crecimiento celular, para poder producir dinoflagelados. Se trata de unas microalgas que producen compuestos, que aplicados en dosis adecuadas, pueden tener propiedades beneficiosas para la salud no encontradas en otros organismos marinos o terrestres.
Algunas microalgas han conseguido adaptarse y sobrevivir a las condiciones extremas de estanques mineros que presentan niveles elevados de uranio y otros metales pesados, procedentes de la contaminación provocada por las minas abandonadas de la provincia de Salamanca, según un artículo publicado en la revista científica Aquatic Toxicology. Uno de los aspectos más importantes de este hallazgo es que las microalgas son capaces de acumular el uranio y podrían emplearse para descontaminar estas aguas.
Investigadores del Grupo de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Huelva (UHU) han desarrollado nuevos métodos estandarizados de manipulación genética de microalgas con el objetivo de obtener tanto diferentes complementos dietéticos para alimentación animal, como una mejora en la rentabilidad de éstas a la hora de usarlas en sectores como el farmacéutico, agroalimentario o cosmético.