El ácido fólico, una vitamina que a menudo falta en la dieta y se añade a los alimentos, es muy vulnerable a los tratamientos térmicos y al almacenamiento, pero ahora investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han logrado encapsularlo en micropartículas para liberarlo de forma controlada en el intestino. La técnica se ha utilizado para enriquecer zumos y yogures con un ácido fólico estable y resistente a los cambios de temperatura, luz y pH.