La mordedura de las serpientes venenosas puede causar la interrupción del flujo sanguíneo por coagulación y provocar daños degenerativos en órganos y tejidos para los que el antiveneno a veces llega tarde. Unos científicos han creado en ratones un tratamiento terapéutico prehospitalario, basado en compuestos químicos denominados quelantes metálicos, para proteger de los efectos del veneno.
Representantes de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III participan en el primer panel de expertos sobre intoxicaciones por mordedura de ofidios venenosos en España. De 1997 a 2009 se registraron 1.649 casos, de los cuales casi el 1% resultó mortal.