Algunas aves, rumiantes y peces de arrecife de coral realizan movimientos colectivos para evitar a los depredadores. Un grupo de científicos indica que para desplazarse de manera coordinada estos animales emplean señales visuales, como las rayas, en sus cuerpos y extremidades, que les sirven de referencia.
La danza está presente en todas las culturas y el ser humano es el único animal que la festeja. Hoy se celebra su día internacional, y aunque la comunidad científica sigue sin desentrañar su origen y significado sí ha demostrado que bailar nos hace sentir bien y nos une a aquellos que se mueven en sincronía con nosotros.
Un equipo de científicos liderado por la Universidad de Lleida ha seguido vía satélite a 19 quebrantahuesos durante ocho años para conocer por primera vez sus movimientos. Los datos obtenidos con tecnología GPS han proporcionado más de 66.000 localizaciones y revelan que los quebrantahuesos territoriales explotan áreas de campeo de 60 km2, mientras que los no territoriales utilizan superficies de 11.000 km2.
Grandes bloques de tierra con unas dimensiones cercanas a los 300 kilómetros de largo y 150 kilómetros de ancho han rotado siguiendo el sentido de las agujas del reloj (en el caso de la cordillera Bética) y en el sentido contrario (en el caso de la cordillera del Rif, en el Norte de Marruecos). Así lo demuestra un equipo que ha reconstruido el Arco de Gibraltar en un momento clave de la historia tectónica de la colisión entre África e Iberia, poco antes del cierre de la conexión entre el Atlántico y el Mediterráneo.
Para un ser humano rotar los ojos podría parecer una habilidad de ciencia ficción, propia de superhéroes. Pero para las gambas mantis, protagonistas de #Cienciaalobestia, estos movimientos oculares son una realidad: les permiten mejorar la visión polarizada y apreciar mejor los contrastes de los objetos, sobre todo en el entorno marino. Es la primera vez que los científicos documentan en un animal la visión polarizada dinámica a través de la rotación de sus ojos.
Las decisiones de la manada son democráticas en los babuinos, según un estudio publicado hoy en la revista Science. Hasta ahora los científicos se preguntaban si estos grupos sociales fuertemente jerarquizados seguían al líder o si, de forma colectiva y democrática, decidían a dónde iban y qué hacían.
Un estudio del CIBERNED revela el papel de la proteína tau, asociada a procesos neurodegenerativos, hasta ahora desconocido en huntington. Su análisis podría presentar nuevas vías terapéuticas para la enfermedad, al englobarla dentro del grupo de las tauopatías, entre las que se encuentra el alzhéimer.
Los indignados que acamparon en Sol el 15 de mayo de 2011 no se imaginaban lo que supondría aquella concentración. Tampoco los sociólogos del Berlín de 1989 vaticinaban que el muro caería ese mismo año. Para entender los próximos movimientos sociales y políticos, en enero de 2014 comenzó el proyecto POLPART, financiado por el Consejo Europeo de Investigación con 2,3 millones de euros para cinco años. Ahora, sus sociólogos están atentos a las elecciones al Parlamento Europeo.
Hace justo un siglo, el meteorólogo alemán Alfred Wegener postuló el concepto de deriva continental y la existencia de Pangea, el supercontinente que al fragmentarse originó los actuales. Ridiculizado y rechazado por la sociedad de su época, el científico quedó en el olvido. Unas décadas más tarde, las nuevas técnicas geológicas permitieron aceptar la teoría de Wegener, que es la base de la actual tectónica de placas y un tema recurrente hasta en películas de animación como Ice Age 4, tal y como nos cuenta Josep M. Parés, geólogo en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).
La Pridopidina parece corregir un amplio rango de trastornos del movimiento, como la akinesia y la distonía, característicos de las personas que padecen la enfermedad de Huntington. Este nuevo tratamiento tiene un impacto directo en la calidad de vida y la salud de todos los pacientes de este trastorno neurodegenerativo, que afecta a más de 4.000 personas en España, 50.000 en Europa y más de 30.000 en EE UU.