Una variación en la secuencia genética del receptor que regula la dependencia a la nicotina explica por qué hay personas a las que les cuesta más abandonar el hábito de fumar. Esta es la conclusión de un estudio estadounidense publicado esta semana en la revista PNAS.
El “humo de tercera mano” es el responsable de los elevados niveles de nicotina que presentan los bebés que comparten habitación con padres fumadores.
Investigadores del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), con sede en Salamanca, han iniciado un estudio para analizar si la nicotina, la sustancia del tabaco responsable de la adicción, tiene efectos en la formación del sistema nervioso en embriones, en concreto, en el sistema visual. La investigación emplea el pez cebra como modelo, pero sus conclusiones podrían extrapolarse al ser humano.
Igual que una cita de neuronas, “el cuándo y el dónde determinan cómo es la comunicación entre ellas”. Lo afirma David Gómez Varela, investigador asturiano en la Universidad de California (EE UU), que ha descubierto nuevos mecanismos que influyen en el proceso de comunicación neuronal. Hoy trabaja para entender el funcionamiento de un tipo de receptores neuronales que influyen en procesos como atención y memoria.
Científicos de la Universidad de Salamanca y de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Clínico Universitario colaboran en una investigación que intenta relacionar variaciones genéticas y tabaquismo. Los expertos consideran que la mayor predisposición de algunas personas en el inicio al consumo de tabaco, así como el diferente grado de dificultad a la hora de dejar de fumar, podrían tener una explicación genética. En concreto, estudian variaciones en los genes que regulan los receptores colinérgicos de la nicotina, la sustancia que crea adicción.
Vista dorsal de la cola de un pez cebra que atrapa a la proteína gabbr1.2/hbog.
Los mayores expertos en neurociencias se han reunido en el XXII Congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP), en Estambul, donde se abordan desde el 12 de septiembre y hasta mañana los últimos avances en los aspectos genéticos del desorden de atención por hiperactividad (ADHD).
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha participado en una investigación que ha demostrado que el contacto directo con la nicotina puede producir irritación localizada. El equipo ha descubierto que la nicotina activa un receptor molecular que está involucrado en los procesos de inflamación y dolor. Este receptor, denominado TRPA1, está localizado en las terminaciones nerviosas de la piel y en las mucosas que recubren la nariz y la boca.