Realizando simulaciones en el supercomputador MareNostrum de Barcelona, investigadores del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid han comprobado que la clave del peculiar crecimiento de los cristales de nieve está en la estructura de su superficie. Predecir la forma y velocidad a la que crecen estos cristales puede ayudar a entender algunos efectos del cambio climático.
Un nuevo modelo matemático demuestra que la ausencia de nieve en el Ártico impedirá a las focas anilladas cavar refugios para proteger a sus crías de los depredadores, lo que reducirá entre el 50 y el 99 % sus poblaciones para finales de siglo. Hoy ellas son protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia.
La meteorología suscita curiosidad y, en algunos casos, verdadera pasión. Sin embargo, a veces no se usan con propiedad palabras comunes como tornado, huracán o ciclogénesis explosiva. Algunos términos como chemtrails se han popularizado y ni siquiera existen; otros pueden sonar a ciencia ficción, como Fata Morgana, Fuego de San Telmo, lluvia de sangre y nieve sandía, pero son reales.
La temperatura en la Antártida bajó entre 1998 y 2014, pero se prevé que aumente 0,34 ºC por década hasta 2100. Estos cambios de temperatura en el continente helado afectan de manera rápida y drástica al desarrollo de los líquenes, según un estudio liderado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales. El trabajo revela que los líquenes antárticos reflejan el impacto de unos cambios térmicos complejos de los que se tienen pocos datos aún.
Cuando hay mucha humedad, los cristales que forman un copo de nieve adoptan formas fascinantes. En atmósferas secas, su apariencia es más sencilla, con prismas hexagonales. Lo que intriga a los científicos es por qué estos prismas se transforman en columnas o en cuerpos chatos cuando bajan los grados. Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid ha dado un paso más para descifrar el enigma.
El subsuelo helado de manera permanente –el permafrost– en los picos más altos de Sierra Nevada en Granada ha desaparecido. Así lo revela un equipo liderado por la Universidad de Barcelona. Los resultados demuestran por primera vez que durante la última década las temperaturas del suelo del Picacho de Veleta, que a 3.380 metros de altitud es la cuarta cumbre más alta de España, no ha llegado a helarse en todo el año. Para finales de siglo, los expertos prevén menos nieve en estas montañas.
Predecir nevadas intensas puede ser muy útil para minimizar los problemas que ocasionan en el transporte. Científicos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de León han diseñado un modelo numérico que ha demostrado su eficacia al compararlo con datos de nevadas reales de la cuenca del Duero.
La acumulación de nieve en Sierra Nevada de California (EE UU) es la más baja registrada de los últimos cinco siglos, según un estudio publicado en la revista Nature Climate Change. Este descenso de la capa de nieve, que probablemente tenga un impacto en los suministros de agua agrícolas y urbanos, podría afectar además a la energía hidroeléctrica y aumentar el riesgo de incendios forestales. Este trabajo confirma la gravedad de la sequía de California.