Un estudio del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), presentado en forma de poster y premiado en el Congreso de la Federación Europea de Ciencia Animal celebrado en Creta, ha abordado la reacción y aceptación por parte de diferentes tipos de consumidores del olor de la carne obtenida de cerdos macho enteros (no castrados). Esta carne desarrolla un defecto sensorial a causa del olor sexual del animal, y presenta un aroma y un gusto "peculiares" que es rechazado por una buena parte de los consumidores.