Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han observado por primera vez cómo se producen ondas mecánicas tras la colisión entre tejidos celulares. Después del choque, las células se empujan y deforman creando ondas que viajan a una velocidad de tres milímetros al día. La propagación de ondas mecánicas es un comportamiento inesperado que desafía la visión actual de la dinámica celular y que podría ser relevante en el desarrollo embrionario o en el proceso de metástasis.