Dada la persistencia en el medio ambiente de los productos químicos sintéticos y de una producción al alza desde las últimas décadas, una nueva investigación revela que se ha superado el umbral para estos procesos, lo que podría poner en peligro la salud del sistema terrestre. El equipo hace una llamada a la acción para reducir el daño asociado a estos compuestos.
La covid-19 ha traído problemas que van más allá de la salud humana. Con la necesidad del uso de equipos de protección, test y embalajes de compras online, se ha producido un aumento de la demanda de plásticos de un solo uso, que ha intensificado la presión sobre un problema de residuos mundial ya descontrolado.
Un nuevo estudio proporciona el primer diagnóstico global del origen y composición de la basura vertida en el océano. La colaboración entre instituciones y ONGs de 10 países ha permitido identificar los productos con mayor presencia en los grandes ecosistemas acuáticos. El plástico supone el 80 % de los objetos encontrados.
Los niveles de sustancias organofosforadas liberadas por diferentes tipos de mascarillas utilizadas frente a la covid están por debajo del umbral de riesgo, según un estudio de científicos del CSIC. Teniendo en cuenta los resultados y las recomendaciones frente al coronavirus, se aconseja usar las de tela en zonas exteriores y las FFP2 en interiores.
Consideradas un paraíso de la biodiversidad, las islas Galápagos, en el océano Pacífico, albergan un gran número de especies endémicas que ahora podrían enfrentarse a una nueva amenaza: los plásticos. Un estudio manifiesta la presencia de estos contaminantes en el hábitat de animales como leones marinos, tortugas e iguanas, protagonistas del #Cienciaalobestia.
Un grupo de científicos de Gran Canaria ha fotografiado por primera vez medusas ingiriendo plásticos en el Atlántico Norte. El 97 % de los organismos analizados, que constituyen sobre todo presas para otros animales, confirmó la presencia de microplásticos, lo que demuestra la entrada de estos contaminantes en la cadena trófica marina.
Un estudio liderado por expertos de la Universidad de Barcelona revela que las praderas de posidonia pueden capturar y extraer plásticos del medio marino. Este mecanismo natural podría llegar a atrapar cada año cerca de 867 millones de estos compuestos en áreas costeras.
La basuraleza es un problema global: cada día toneladas de residuos derivados de actividades industriales, agrícolas o domésticas acaban en la naturaleza causando, no solo un daño estético, sino una amenaza para la supervivencia de los ecosistemas. En el caso de los microplásticos, el problema tiene solución gracias a la puesta en marcha de acciones para detectarlos en sistemas acuáticos continentales.
Un nuevo informe de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que el equivalente a más de 500 contenedores de transporte al día, unas 229.000 toneladas de plástico, se vierten al mar Mediterráneo al año. Si no se toman medidas significativas para abordar la mala gestión de los residuos, esta cifra será por lo menos el doble en 2040.
Cerca de 13 millones de toneladas de plástico llegan cada año a los océanos, pero poco se sabe aún sobre su impacto en los ecosistemas marinos. Esta investigadora ha recibido uno de los premios L’Oréal-UNESCO For Women in Science por estudiar sus efectos.